El Edificio Terranova, destinado a un Apart Hotel, presentó el desafío de transformar espacios previamente definidos por la oficina de arquitectura de Jorge Ávila en interiores que equilibraran funcionalidad y simplicidad, adaptados a las necesidades de diversos tipos de huéspedes. Liderado por la arquitecta Catalina Torm, el diseño interior se centró en crear un ambiente moderno y cálido que ofreciera un refugio acogedor para los visitantes. Para superar restricciones presupuestarias y garantizar un resultado que combinara estética y practicidad, fue esencial una colaboración estrecha entre el equipo de arquitectura y el operador del hotel.